La Actitud es Importante
La vida como tal, en toda su contextualización implica entender que hay opuestos, no puedes conocer la tristeza si no has disfrutado la alegría, no puedes tener salud si no has experimentado la enfermedad, si no has conocido el miedo, no puedes conocer el amor.
Esto es algo que aprendí del libro “conversaciones con Dios” de Neale Donald Walsch. Entre una de las muchas reflexiones que hace es que todo lo que existe en nuestro mundo es una creación de nuestro propio pensamiento, de ahí lo importante que es vivir y aprender a través de la experiencia.
Muchas personas entre las cuales me incluyo, hemos experimentado a lo largo de nuestras vidas diferentes tipos de dolor, no solo físico, sino emocional y psíquico. Hay quienes lo han sabido superar solos y quienes necesitaron de su familia, de médicos y medicinas para poder salir adelante, aquí lo importante no es cómo lo hicieron o quiénes lo hicieron, lo importante es que lo intentaron y otra y otra vez.
La actitud frente a cada calamidad que nos sucede, es la base fundamental para enfrentar y vencer las adversidades. El cuerpo físico se cansa de luchar, pero el espíritu permanece indomable, queriendo salir de nuestro cuerpo a echarle porras para alentarlo a seguir.
“Nadie dijo que sería fácil” es la gran frase del siglo y es cierta, nadie dijo que sería fácil, pero tampoco que sería imposible. Hay quienes nacieron sin piernas y son campeones atléticos; hay quienes perdieron la vista y describen la naturaleza de una manera impresionante con sus canciones; hay quienes nacieron con una condición y aún así, aprecian y agradecen la vida, se vuelven locos por ella y son felices con las pequeñas y grandes cosas que pueden experimentar. Todos, en algún momento de nuestras vidas llegaremos a ver cómo nuestro cuerpo físico se va deteriorando y enfermando, antes o después, así será. No importa el momento, lo realmente importante es cómo vamos a enfrentarlo y qué traje usaremos para recibirlo.
¿Llevaremos acaso un espectacular sombrero? ¿O nos pondremos quizás un corbata a rayas o unos tacones rojos alzar del suelo? Lo que nos diría yo…mientras nos quede vida.